Finalizada la Semana Santa.-

Hemos llegado al Domingo de Resurrección, momento cumbre de la Semana Santa y sin el cual no tendría sentido la misma, han sido 9 días, desde que se dio el pistoletazo con el pregón, para nosotros, intensos por el número de procesiones, y por el número de horas que hemos dedicado para realizar nuestro trabajo, han sido más de 60 horas invertidas, 33 procesiones y/o actos y con el resultado de mas de 6.500 fotografías (3.765 + 2.736), que recogen los momentos más destacados de esta Semana Santa, siempre bajo nuestro punto de vista.

Por mi parte, y ya fuera del ámbito fotográfico y centrándome más en mi faceta de cofrade, ha sido una Semana Santa llena de incertidumbres por las constantes amenazas de lluvia y que al final nos han descargado lluvia e incluso granizo que han hecho que alguna procesión haya tenido que suspenderse tras su salida e incluso no celebrarse.

Hemos tenido estrenos, pero uno que ha sido espectacular ha sido la salida del paso de la Cena portado por costaleros, una misión que a muchos les parecía imposible (para ser sincero, yo también era exceptico) y que al finalizar el Santo Entierro, esa cuadrilla de costaleros nos demostró que sí es posible.

Este hecho, como ya comenté en nuestra nota resumen del Viernes Santo, me causó una "envidia, pero envidia sana", pero intentaré explicarme:  Yo tengo una gran devoción por nuestra Semana Santa y por todas sus Cofradías, me siento zaragozano y amante de sus tradiciones, soy cofrade por herencia y devoción del Santísimo Ecce Homo, por devoción del Nazareno y de La Humildad por que desde que ví las imágenes de Jesús de la Humildad y de María Santísima del Dulce Nombre me cautivaron.   No me considero sevillista, pero entiendo que la Semana Santa de Zaragoza es un compendio de tradiciones y costumbres traídas de fuera y que mezcladas con lo poquito que quedaba de nuestra idiosincrasia han dado como resultado lo que tenemos.  Por ello, aún sin ser sevillista, me apasiona ver salir el paso de misterio de Jesús de la Humildad y el palio de María del Dulce Nombre, el Domingo de Ramos por la puerta de las Mónicas mecidos por esos costaleros que lo soportan sobre ellos y este Viernes Santo, al ver caminar el paso de la Cena, he tenido envidia de esa Cofradía, y he sentido una pena,  pena intensa en mi interior, pues ver a Jesús de la Humildad despojado de sus costaleros en el Santo Entierro y puesto sobre una plataforma con ruedas, privado del mecer que le aportan sus costaleros,  me causa mucha tristeza y me gustaría que ese paso de misterio que tanto maravilla a los zaragozanos el Domingo de Ramos, lo siguiese haciendo el Viernes Santo.  Se ha demostrado que es posible, que los pasos si se pone empeño pueden andar en cualquier día de la Semana Santa. 


(Texto: Tomás Vela)