jueves, 1 de septiembre de 2011

EN EL RECUERDO: Pregón de Semana Santa de 2007



Ay, Señora, quién pudiera
ser costalero en tu paso
y tener la alegría inmensa
de ser Pilar bajo tu manto

Antes de iniciar este pregón, con los nervios propios y las dudas lógicas que un compositor, que no orador, tiene por la responsabilidad contraída, ya que mis palabras van dirigidas al alma de Zaragoza, quiero agradecer a la Cofradía de la Humildad y a la Junta Coordinadora la confianza puesta en mí.





Cuan el Hermano Mayor de la Cofradía de la Humildad, D. Luis Pellicer, me ofreció la posibilidad de tener el honor de ser pregonero de la Semana Santa de Zaragoza, tuve una inmensa alegría, pero a la vez me inundó un mar de dudas, ya que siendo yo una persona que derrama las notas con más o menos fortuna sobre los pentagramas, pienso que no voy a ser capaz de hacer lo mismo con las letras sobre el papel para poder transmitirles y pregonar todo lo que es y significa la Semana santa de Zaragoza.

Me pongo, pues, en vuestras manos y en las de la Virgen del Pilar, y os pido que escuchéis este pregón con los mismos oídos benevolentes con que eschasteis en el año 2005 el estreno de “Semana santa en Zaragoza”, ya que aquélla y éste han salido del mismo corazón, de la misma pluma y de la misma mano.  La buena acogida recibida por dicha composición es lo que me ha decidido a aceptar el honor de ser vuestro pregonero, a sabiendas de que al terminar el mismo alguien pueda con razón comentar: ¡zapatero a tus zapatos!

En una reciente visita a Polonia, organizada por la Asociación para el Estudio de la Semana Santa de Zaragoza, con D.  José García Alfonso como infatigable presidente al frente,  nos comentaban que allí no se celebra la Pasión de Cristo, sino solamente la Pascua de Resurrección. Nosotros, sin embargo, como dijera un día Su Eminencia el Cardenal Amigo Vallejo, tenemos la especial cualidad de conmemorar todos los años la celebración del gran Misterio de la Muerte y Resurrección de Jesucristo y, al mismo tiempo, la novedad irrepetible de una memoria que se vive intensamente desde una fe religiosa.  No es pues una historia del pasado, sino la vida del Misterio de la Redención que, más allá de los siglos, afecta de tal manera al creyente que no sólo recuerda los acontecimientos que ocurrieron un día y en un lugar sino que hace memoria personal y comunitaria del gran Misterio de la Salvación.

Por otra parte, desde las celebraciones litúrgicas a las manifestaciones populares, todo queda envuelto en esa permanente novedad del Misterior que se representa en acciones, imágenes, sonidos y símboles que se viven con la presencia Pascual de Jesucristo.

Naturalmente que cada pueblo, comarca o país tienen una singular manera de celebrar este gran  Misterio.  Y Zaragoza ha sabido hacerlo de una manera tan singular y propia, que no en vano su Semana Santa ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

La Semana Santa de Zaragoza descansa sobre los sólidas pilares de la fe, la religiosidad y la tradición.  Las procesiones que recorren nuestras calles son manifestaciones de una misma religiosidad que ha creado una expresión popular, colectiva y estética de gran altura artística.

Qué gran ejemplo ver el orden de nuestros cortejos procesionales con sus pasos, atributos, hachas, cofrades y hermanas de mantilla, o esos componentes de una banda o una agrupación de tambores y bombos interpretando esas marchas o toques, piezas ensayadas en el anonimato durante la mayor parte del año, con frío, con calor, privándose del tiempo libre, sin otra compensación que acompañar a sus Titulares en su Estación de Penitencia.

Tambores y bombos afirman
que disfrutan en los ensayos
con el aprendizaje de nuevas marchas
y confraternización en los descansos

Dicen que los primeros días son más duros
por el frío que se pasa en ellos,
pero pronto en la procesión
verán coronado su esfuerzo.

El sonido de los tambores, trompetas y bombos parece el lamento del alma del zaragozano.  Es este sonido el que vuelve a traernos otra Semana Santa, no el calendario ni el reloj.

Este Sábado de Pasión
a la Plaza del Pilar
cornetas, tambores y bombos
al Pregón nos han convocado.

La historia nos dice y recuerda
que hace 200 años
en el aire de zaragoza
por otro motivo sonaron.

Pero estamos en 2007,
preludio de una gran “Expo”,
zaragoza mira al futuro
ya que es pasado aquel tiempo.

Por eso, mañana, Domingo,
cuando suenen los instrumentos,
dios bajará a Zaragoza
para sentirse en el Cielo.

Y también mañana, Domingo de Ramos, cuando se abra la puerta de Santa Isabel para dar salida al estandarte de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, será coo la versión zaragozana de la apertura de las puertas de San Pedro, dando así esta Hermandad cumplimiento a la Escritura.

Semana Santa

Para unos, fiesta; para otros, turismo y vacaciones.  Pero para la inmensa mayoría, con sus Hermandades y Cofradías, es conexión en la ciudad entre sus barrios.

Domingo de Ramos

Parroquia de la Coronación, Barrio e San Gregorio, Convento de las Madres Agustinas, Colegio Pompiliano, Madres Dominicas, San Felipe, San Pablo y San Miguel.  Día luminoso donde los haya, lleno de palmas y olivos, caramelos hechos de figuritas, vemos niños con sus padres y otros con sus abuelos.  Todos vamos a San Cayetano, ya que allí es el comienzo.

Jesús en Jerusalén
de palmas va rodeado
y suenan tambores y carraclas
allá por San Cayetano.

Agonía, Rosario,
silencio, Prendimiento,
los Dolores y Esclavas de María Santísima,
celebran Vía Crucis en San Pablo.

También el Domingo de ramos,
en la calle Doctor Palomar,
un niño viendo a jesús
por el Sanedrín entregado,
al ver salir la Cruz de Guía
dice a su padre extrañado:
¡Mira, ahí esta el Crucifijo
que de mi colegio han quitado!

Y allá por la antigua Universidad
los costaleros a la voz de ¡a ésta es!
levantarán a la Virgen del Dulce Nombre
e irán al cielo con Ella una y otra vez.
y volverá la madrugada
sin sol pero con alegría,
y no vendrá con cansancio,
pero sí con soberanía.


Lunes Santo

Pasión en San Gil, San Miguel, Santa Gema y Santa Engracia, y en Miguel Servet, allá por el bajo Aragón, barrio de mi juventud.

Contemplaremos al Nazareno
antes de que termine el día,
ante el que se llevará a cabo
la Conversión de Santa María.


Martes Santo

Pasión en Jesús Maestro, Colegio del Salvador, Hermandad del Refugio, Colegio de la Salle, Nuestra Señora del Portillo y Nuestra Señora del cArmen.  Día de Lágrimas y Estaciones.

Mirando Nuestra Señora
de la Cruz el Descendimiento,
sus lágrimas va derramando
con pena y con desconsuelo.

En la Iglesia del Portillo
ora Jesús en el Huerto
donde Agustina de Aragón
encendió el alma del pueblo.


Miercoles Santo

Pasión en San Antonio, San Felipe, Santa Engracia, Santa Isabel y Altabás.  Convento de las Madres Agustinas y Parroquia de la Coronación.  Día de la Procesión del Encuentro.

En la parroquia de San Felipe
la Humillación es un hecho
y a la Virgen de la Amargura
clavan puñal en su pecho.

Jesús Camino del Calvario
desde Santa Engracia va al Encuentro,
que la Virgen de los Dolores
en el Pilar llora con desconsuelo.

Matracas se oyen de lejos
desde la plaza del Pilar
son Angustias y Ecce Homo
que vienen del Arrabal.


Jueves Santo

Pasión en San Antonio, Santa Gema y San Felipe, Nuestra Señora del Carmen, Colegio de las Madres Escolapias, Convento de Jerusalén e Iglesia de San Pablo.  Colegio de los Padres Agustino, Iglesia de Santa Isabel y Catedral de la Seo.  Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Parroquia de la Coronación y Santiago el Mayor.  Día de Predicación, toque de cornetas y jotas.  Acto del Silencio, Plática y Sermón del Descendimiento.

La Exaltación de la Santa cruz,
antes desde Casablanca,
ahora tambores la escoltan
desde la Real Maestranza.

Y la Crucifixión del Señor
es llevada acabo
de la iglesia de San Antonio
a la de San Cayetano.

Cristo se abraza a la Cruz
en presencia de la Verónica
allá por la puerta del Carmen,
resto de una ciudad heróica.

En la plaza de Sinués
toque de corneta oiremos
y en honor de Cristo y la Verónica
jotas subirán al cielo.

Por el paseo de Ruiseñores,
ya con la tarde muriendo,
ante el Dolor de su Madre
a Nuestro Señor van Prendiendo.

De nuevo desde San Pablo
heráldicas enlutan el cielo,
y Zaragoza entera declama
Silencio, Silencio, Silencio.

Suenan de nuevo tambores
en su segundo traslado,
ya que Jesús en La Seo
de Espinas es Coronado.

A la misma hora en la Avenida de Goya
se instituye la Sagrada Eucaristía
poniendo en todo el barrio
un sueño de Ave María.

Nuestra Señora de la Asunción
ve llegando Jesús al Calvario
y todo el barrio Oliver
al Gólgota va caminando.

Con Mayor Dolor y Fraternidad
a la Columna es atado,
y en la Plaza del Pilar
la Plática hemos escuchado.


Madrugada

Iglesia de Santa Isabel e Iglesia de San Nicolás.

Doce en punto de la noche,
Zaragoza, madrugada,
sale de Santa Isabel
una imagen esperada.

Lleva en su regazo al Verbo,
de La Piedad es Señora
y en su segunda salida
hasta San Nicolas llora.


Viernes Santo

Siete Palabras.  Día del santo Entierro.  Hermandad de La Sangre.

Ünica procesión de España que recoge cronológicamente todos los Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

En la Plaza del Pilar
tambores y bombos batiendo
que son Las Siete Palabras
todo está bien dicho y hecho.

Zaragoza está en la calle,
procesión del Santo Entierro,
con sus Vírgenes y Cristos,
sus santos y monumentos.

Hermandad de la Preciosísima Sangre,
Procesión del Santo Entierro,
cuya historia antiquísima
se pierde allá por los tiempos.

Las familias zaragozanas,
hijos, padres y abuelos,
con cirios, tambores o bombos,
algunos con sangre en los dedos.

Tocan todos por la paz
dentro y fuera de nuestro suelo,
por la mujer maltratada.
por los ancianos y enfermos.

Piden a Dios por Zaragoza,
piden a Dios por Aragón,
y por la nueva España unida
de la mutua comprensión.


Sábado Santo

Iglesia de Santa Isabel, San Pablo y Palacio Arzobispal.  Acto de la Soledad de la Virgen, Dolores ante el Santo Sepulcro y Vigilia Pascual.


Dolores desde Santa Isabel,
esclavas desde San Pablo,
acto de la Soledad de la Virgen,
ya todo ha finalizado.


Domingo de Resurrección

Colegio de los Padres Agustinos.  Día del Encuentro Glorioso


Y ya sólo falta Esperanza y Consuelo
en día tan jubiloso
donde Jesús Resucitado
va a su Encuentro Glorioso.


En estos momentos vienen a mi memoria los recuerdos de mis años juveniles en la Semana Santa de Zaragoza, ya que, formando parte dela Banda de Música de la Academia General Militar y bajo la batuta del maestro Pedro Raventós, esruve presente en ella durante muchos años.  También mi recuerdo para la Banda del Regimiento Las Navas, del cuartel de los Leones bajo el mando del maestro Victor Bueno.  Y también recuerdo, como no, la Banda de Música primero del Hospicio y después de la Diputación, con los maestros Borobia y Victorino Bell.

Y si importantes han sido las bandas y los directores zaragozanos, no menos lo han sido sus compositores como, por ejemplo, los bilbilitanos Ernesto y Pascual Marquina.  Este último regaló a Sevilla una excelente composición para su Semana Santa: “Procesión de Semana Santa en Sevilla”.  Lo que me llevó a componer en justa compensación para toda la familia cofrade zaragozana mi ya aludida “Semana Santa en Zaragoza”.

Y antes de que este Pregón entre en los compases del silencio y se escuchen las últimas palabras de su partitura, quiero terminar con una anécdota, producto de mis largos años al frente de mi Banda Militar, tras los pasos en Semana Santa:

Como todo el mundo quiere ir lo mas cerca posible de su Virgen, el sitio más indicado es al lado del director de la Banda, ya que ésta va inmediatamente a continuación del paso de la Imagen.  Allí se solían colocar algunas señoras que no es que molestaran, ni mucho menos, poro sí afeaban un poco el desfile de una Unidad Militar uniformada.   Si el tiempo no se extendía, nada se les decía, pero si perseveraban en esta situación, yo solía llamar a mi segundo y le decía:  “¡Teniente, traiga ese tambor que tenemos para señoras, que ésta  está dispuesta a tocarlo!”,  lo que al oírlo indefectiblemente hacía que dicha señora se alejara con prontitud de entre los músicos de la banda.

Pero supongo que si ese caso se hubiese dado con una señora de Zaragoza, al llamar yo al Teniente y requerirle el tambor, esta señora con toda seguridad de esta manera habría contestado:

Pues mire, ahora que lo dice
pensándolo estaba yo,
traígalo sin mas tardar
que le voy a demostrar
con qué pericia y maestría,
llena de cariño y amor,,
en nuestra Semana Santa
le tocamos el tambor
las mujeres de Zaragoza
a la Virgen y al Señor



muchas gracias, Zaragoza,
por el honor concedido.
gracias también a la Virgen,
por inspirar cuanto he dicho.
a Ti, Santísimo Cristo de La Cama,
al que acompañé tanto tiempo,
en esta plaza de la Virgen
una composición yo prometo.
ay, Señora, quien pudiera
ser costalero en tu paso
y tener la alegría inmensa
de ser Pilar bajo tu manto.



Pregonero:  Abel Moreno (Músico y Compositor)

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