Sangre de Cristo

HISTORIA DE LA MUY ILUSTRE, ANTIQUISIMA Y REAL HERMANDAD DE LA PRECIOSISIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y MADRE DE DIOS DE MISERICORDIA .



No se puede precisar el nacimiento de esta Hermandad por carecer de documentos fundacionales, teniéndose constancia de con anterioridad, en los siglos XIII y XIV ya ejercía sus obras piadosas. En sus archivos hay documentos que datan del s. XVII.

Don Antonio Ibañez de la Riva Herrera, Arzobispo de Zaragoza, en fecha 30 de marzo de 1695, remitía un documento a la Hermandad en el cual se indicaba que nadie podía ir cubierto en la procesión del Santo Entierro y, los que fieran, debían llevar algún distintivo o insignia que los identificara como pertenecientes a alguna hermandad, siendo penados en caso contrario con excomunión mayor.

En el año 1809, y en concreto el día 17 de febrero de ese año, la imagen del Santo Cristo de la Cama fue rescatada de las ruinas del convento de San Francisco por la zaragozana María Blazquez, que lo trasladó hasta el palacio Arzobispal, donde se encontraba enfermo el General Palafox y, desde este lugar fue luego trasladado al Templo del Pilar, donde quedó frente al altar de los convertidos, en la Santa Capilla, permaneciendo hasta el año 1810, en que fue trasladado de nuevo a la iglesia de la Santa Cruz, donde permaneció hasta el 24 de diciembre de 1813, año en que fue nuevamente trasladado a la Real Capilla de Santa Isabel.  La Imagen del Santo Cristo de la Cama, presentaba huellas de bayoneta y fue herida de bala en el trayecto del convento de San Francisco a la Basílica del Pilar.

En los años 1808 y 1828 se le concedio el título de Real, recibiendo en 1860 el Estandarte Real, regalo de la Reina Isabel II, que en estos momento portan los miembros de la Real Hermandad.

En el año 1909, el Comité Ejecutivo del Centenario de los sitios, le concede al Santo Cristo de la Cama la medalla de oro de los Sitios. Esta condecoración, le fué impuesta por el Sr. Arzobispo de Zaragoza D. Juan Soldevilla Romero, el día 17 de Febrero de 1909, día que se cumplían 100 años de su rescate de las ruinas del convento de San Francisco.
Cabe destacar, que la Real Hermandad de la Sangre de Cristo es depositaria desde el año 1941 de los restos de D. Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, teniendo a su vez en custodia la llave de la urna donde están depositados sus restos, urna que a su vez se encuentra instalada en la Iglesia de Santa Isabel.
Comenzada la guerra civil, en el año 1936, la Hermandad, a solicitud del Gobierno, entregó la medalla de la ciudad, dado que había sido solicitado que se donase todo el oro que se poseyera.

Posteriormente, con fecha 5 de mayo de 1958, el capítulo de Hermanos Receptores, acordó confeccionar una medalla de oro exactamente igual a la entregada en 1936.  Esta medalla le fué nuevamente impuesta con fecha 17 de febrero de 1959, coincidiendo con el 150 aniversario del rescate del Santo Cristo de la Cama de las ruinas del convento de San Francisco.  En esta ocasión le fue impuesta en una solemne ceremonia celebrada en la Basílica del Pilar por el Arzobispo de Zaragoza, D. Casimiro Morcillo.  Con esta ocasión, el Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza, presidido por el entonces alcalde D. Luis Gómez Laguna,  regaló un banderín de la ciudad, el cual desde ese año sale en la Procesión del Santo Entierro, portado por el Hermano Decano de la Hermandad.

A lo largo de su existencia, la principal obra de misericordia que ha realizado es la recogida de cadáveres desamparados en la ciudad de Zaragoza y sus términos municipales, obra que todavía continua haciendo en nuestros días. Es propietaria de una buena parte de los pasos procesionales de la Semana Santa de Zaragoza y organiza la procesión del Santo Entierro, en la tarde del Viernes Santo, sin duda el acto religioso de mayor transcendencia popular de todos los que se realizan a lo largo de la Semana Santa.

Tras la Guerra de la Independencia y la voladura del convento de San Francisco, y con él todos los pasos procesionales, menos el Cristo de la Cama, que fue rescatado, la Hermandad de la Sangre de Cristo trasladará su sede a la Iglesia de Santa Isabel, reanudando su actividad y encargando durante el siglo XIX nuevos pasos.

Como dato más reciente, se puede indicar que su Majestad el Rey D. Juan Carlos I de España, con fecha 30 de octubre de 1996, accedio a la patición que por acuerdo del capítulo de Hermanos Receptores, le había sido formulada, aceptando el cargo de Hermano Mayor Honorario de la Hermandad, tal como anteriormente lo habían sido SS.MM.D. Alfonso XII y D. Alfonso XIII.

Dentro de la Hermandad existe una sección, conocida como la de la Cama del Señor.  Su origen es incierto, si bien podria remontarse al siglo XVII.  No obstante, su libro de actas se inicia el 5 de abril de 1846, por lo que parece probable que naciera como sección al producirse el traslado de la Sangre de Cristo a la iglesia de Santa Isabel.  Sus integrantes son los encargados de trasladar la imagen del Cristo de la Cama en la procesion del Santo Entierro;  asimismo, esta imagen ha salido en procesión con motivo de epidemias o en epocas de sequia, mision que los miembros de la Cama tienen encomendada.  La unidad de la sección con la Hermandad de la Sangre de Cristo se remonta a 1862.  La integraban nobles y personas de elevado rango social, ocupando el puesto de forma vitalicia.  Para sustituirles en sus funciones en caso de enfermedad se nombraron algunos supernumerarios.  Sus miembros visten tunica negra, ceñida con un cinturon de terciopelo, en el que aparece su emblema, la cruz del Santo Sepulcro.  Cubren su rostro con tercerol, lo que les diferencia de los hermanos receptores de la Sangre de Cristo; completan su atuendo con zapatos, calcetines y guantes negros, ademas de camisa blanca y corbata.

Su imagen titular es el Santo Cristo de la Cama;  se desconoce tanto el nombre de su autor como la fecha en que fue tallada.  Podria datar de finales del siglo XVI y es una bella figura de Cristo muerto; sus brazos son articulados, dado que se utilizaba en la función del Descendimiento.  Toda ella esta tallada, resaltando sus músculos y su rostro;  lleva peluca de pelo natural, y se conservaba en su capilla del convento de San Francisco hastra 1809, en que, como ya hemos mencionado anteriormente, quedo parcialmente derruido durante el segundo sitio que sufrió Zaragoza;  Repetiremos que fue una mujer,  Maria Blazquez, quien salvo a la imagen de su destrucción, depositándola en el Palacio Arzobispal, pasando de alli al entonces templo del Pilar, hasta que en 1810 fue trasladada a la iglesia de Santa Cruz.  El 24 de diciembre de 1813 fue llevada a la iglesia de Santa Isabel, donde ha permanecido hasta nuestros días su sede.

La imagen todavía  presenta heridas de bala y huellas de bayoneta.

La Cama sobre la que procesiona la imagen de Cristo, merece mención aparte, por su belleza.  La rica cama de plata que poseía desapareció en los Sitios de Zaragoza.  En 1856 le fue encargada al escultor Antonio Palao esta cama, realizada en madera dorada con la colaboración de su discípulo Manuel Albareda Cantavilla.  En cada uno de sus angulos aparece esculpido el símbolo de un evangelista, y en su parte frontal el emblema de la Hermandad de la Sangre de Cristo.  Sobre la imagen de Cristo, dos ángeles en actitud doliente sostienen una corona imperial.  La Cama fue llevada a hombros hasta 1935, en que se le colocaron unas ruedas.  La imagen de Cristo permanece oculta bajo las sabanas y una colcha, bordada por Vicente Cormano.  De los gastos de conservacion del paso se hace cargo la Hermandad de la Sangre de Cristo.

SEDE CANONICA: Iglesia de Santa Isabel de Portugal (Vulgo San Cayetano).

ANAGRAMA: Cruz sobre una nube, coronada con una corona de espinas, de cuyos brazos pende una sabanilla.  En uno de los Brazos de la Cruz apoya una lanza y en el otro la caña con la esponja.

ESTANDARTE: Estandarte Real, regalo de la Reina Isabel II en 1860. Sale en procesion previo acuerdo del Capitulo de Hermanos receptores.

HABITO: Los miembros de la Hermandad Visten túnica negra con solapa de terciopelo y cinturón de terciopelo, con el emblema que es la cruz del Santo Sepulcro. Se cubren con tercerol negro