En estos días en los que la Cuaresma ya está a la vuelta de la esquina,
recorremos las páginas de las redes
sociales y vemos fotografías con procesiones de grandes filas de cofrades con
sus velas encendidas, listas de los 20 paso más populares, procesiones más
famosas, procesiones mas espectaculares, etc
Ello conlleva a comentarios en estas entradas, como ¡ Me corroe la
envidia! Pero me voy a apretar el cachirulo y asi se me pasará y estaré encantado
de que no haya velas….; Con el cachirulo apretado se me cortará la circulación
y no querré mejorar nada…; En esta litas de 20 pasos mas destacados no está
ninguno de Zaragoza. No es un objetivo
estar…pero a nadie se le ocurre preguntarse porqué…; ¡Vaya, si no estamos entre
las cinco primeras! ¿No éramos la quinta esencia de las cofradías en
España?...; ¡Cáspita, entre las 10 primeras tampoco….¿A lo mejor hay que pensar
un poquito…?
Pues bueno, quizás sea momento de pensar y de analizar estas
situaciones.
Filas de velas, la verdad es que en nuestras procesiones no es que
abunden mucho, pero, (y no soy defensor a utranza del tambor), ¿cuantos
penitentes o cofrades hay en las filas de nuestras Cofradías tocando un
instrumento? ¿es que estos no cuentan?
Nuestros pasos no están en esas listas de los 20 más populares, ni
nuestras procesiones en la lista de las 10 más espectaculares, pues bueno, que
se le va a hacer, seguramente los criterios que se han utilizado para realizar
esas listas no son los más acordes con la realidad, quizás esos criterios han
seguido otras pautas guiadas más por el puro interés turístico de quien ha
encargado su realización, pero en Zaragoza tenemos lo que tenemos.
Si, porque habría que analizar las vicisitudes de nuestra Semana Santa y
sus peculiaridades, porque que teníamos antes de los años cuarenta del pasado
siglo? ¿y ahora?, nuestra Semana Santa es joven, tiene poco más de 75 años y en
estos setenta y cinco años ha habido hechos que han ocasionado daños a nuestros
pasos y aún con todo, tenemos pasos de calidad, recordemos que artistas como
Palao, Bueno, Albareda, etc, dejaron su huella en nuestra Semana Santa, a la
que últimamente se están sumando otros como Miñarro o Navarro Arteaga y otros.
No nos cansaremos de defender desde esta oportunidad que nos dá Internet
a nuestra Semana Santa, sí a la nuestra, a la de Zaragoza, a la que ha sabido
conjugar y agrupar capirotes de estilo andaluz con el cásico tercerol aragonés,
sonidos tan diferentes como los tambores y bombos del bajo Aragón con las
características carraclas y matracas, la Semana Santa de Zaragoza, la de las
doce Vírgenes, la que ha hecho un hueco en sus filas para que los pasos no solo
rueden sino que “anden” a varal o a costal, pero que anden. No creemos que a nadie que defienda y ame a
la Semana Santa de Zaragoza, y más aún me arriesgo a decir que no creo que a
nadie que esté dentro de este mundo semanasantero de Zaragoza le apriete ningún
cachirulo, lo que pasa es que nuestra Semana Santa es nuestra y es como es,
abierta a acoger otras costumbres, abierta a matices diferentes y
diferenciadores, pero una cosa es eso y otra el quererla cambiar, porque en otras
latitudes, cantan saetas, nosotros cantamos jotas, por allí el silencio se hace
dueño de la noche, aquí el sonido del tambor es oración y aquí el rachear de
las alpargatas es sustituido por el rasgado sonido de las cornetas y es que nuestra
Semana Santa es así y ni el Ebro podrá ser igual que el Guadalquivir ni la
Semana Santa de Zaragoza podrá ser igual que la Semana Santa de Sevilla, Cadiz,
Huelva o cualquier otra.
Por eso, defenderemos siempre esta forma de vivir la Semana Santa,
porque tras estos mas de setenta y cinco años
la hemos hecho nuestra, tan nuestra que no la vemos de otra manera y
porque a ciencia cierta, tenemos pasos que podrían estar en esas listas de
pasos espectaculares, tanto por como son, como por la calidad de las imágenes
que portan sobre ellos y ni que decir tiene que tenemos la procesión de
procesiones, que también podría estar en esas listas de procesiones
espectaculares, pues independientemente de las que cada Cofradía organiza,
tenemos un acto Santo Encuentro que no tiene que envidiar nada a otra y tenemos
una procesión del Santo Entierro que yo no la cambio por ninguna otra, con sus
virtudes y sus defectos, pero, sin despreciar a otras, no la cambio por ninguna de ningún otro punto
de nuestra geografía.
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