Y ya son tres años consecutivos los que la lluvia es la protagonista de nuestra Semana Santa.
Ayer, Jueves Santo, uno de los jueves que según el refranero español (tan sabio, según nuestros abuelos) era más reluciente que el Sol, se cubrió de nubes y nos trajo una tarde con momentos de lluvia que hicieron que varias Cofradías una vez en la calle tuvieran que ir en busca de cobijo en las iglesias cercanas a recorrido e incluso que alguna decidiera suspender su salida.
Por la mañana, todo se fue desarrollando con normalidad, a las 11:00 horas, con puntualidad inglesa la Exaltación daba los primeros toques de tambor y sus pasos aparecían por las puertas de la Real Maestranza, lo mismo ocurría simultáneamente en San Antonio, donde iniciaba su procesión La Crucifixión o en la Iglesia del Carmen, donde los cofrades de La Verónica bajaban lentamente sus escaleras. Un poco más tarde, sería la Coronación la que hacía su aparición entre las columnas que jalonan la puerta de San Felipe. Todas ellas realizaron sus recorridos con normalidad.
Luego, llegó la tarde y comenzó el "calvario" y no se trata en este caso de ninguna procesión, sino que comenzó el "calvario" con situaciones y momentos que jalonaron la tarde de nervios y de lágrimas.
Comenzaría con la salida de Los Despojados, que se retrasaron en la misma por un pequeño problema técnico en el cabestrante que tenía que sujetar su paso para bajar con seguridad la rampa que habían colocado para salvar las escaleras de San Juan de los Panetes, aunque finalmente y gracias a la pericia de sus componentes el paso recorrió dicha rampa sin ningún incidente. Luego, Coronación, Descendimiento tras iniciar su procesión, tuvieron que acelerar su ritmo, una para finalizar y la otra para refugiarse en la Catedral y dejar para el viernes de mañana el traslado de sus pasos a San Cayetano. Igualmente El Resucitado, tuvo que cambiar de ritmo y sin el sonido de los tambores acompañar, a paso ligero, a la Virgen de La Esperanza hasta la Real Capilla de Santa Isabel de Portugal.
Silencio y Llegada, Huerto y Eucaristía , cautos y a la vista de la que comenzó a caer y lo que podía venir, deciden suspender sus respectivas procesiones. Prendimiento, preparados en la Basílica del Pilar, para realizar una salida histórica y propiciada por las tan traídas obras del tranvía, finalmente y ante la lluvia que por momentos arreciaba, decide suspender su procesión entre lágrimas y abrazos.
La Columna, finalmente, tras algún amago de suspender su desfile, decide realizar su penitencia, y tras llegar a la Plaza del Pilar y realizar allí su rezo, la lluvia les obliga a refugiarse en la Basílica del Pilar, eran ya pasada la media noche y entonces bajo la lluvia..."La Piedad" ya estaba en la calle, aunque a esa hora ya era Viernes Santo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Capirotes y Terceroles, se reserva el derecho publicar los comentarios o de eliminar aquellos que no vayan firmados o sean enviados por persona anónima o bajo seudónimo, así como aquellos que atenten contra la buena marcha de la convivencia entre los lectores y seguidores de este blog.
Esto no es una censura, pero deseamos que cualquier opinión, sea correcta y venga avalada por alguien identificable, dado que en el anonimato se pueden esconder comentarios mal intencionados.
Muchas gracias.