El Dominum Nostrum nos abrio los sentidos...

Hace unas horas, pocas, hemos podido asistir a una nueva edición de Dominun Nostrum, La Apertura de los Sentidos.  Una edición especial porque ha sido  la nº 10, la de su 10º aniversario, la que en un principio ha rendido un sincero agradecimiento a todos aquellos que durante estos 10 años han colaborado con los organizadores y de una manera u otra han hecho posible que se llegase hasta aquí.

Por nuestra parte, diremos que Dominum Nostrum ha alcanzado su mayoría de edad, que ha recorrido un difícil camino y ha sabido sortear las dificultades para posicionarse en ese lugar que hoy ocupa y que nadie entendería ya el tiempo de la Semana Santa en nuestra Ciudad sin ese acto que nos anuncia su llegada.

Nos decían ayer que han tenido, en esta andadura, aciertos y fallos, pues si efectivamente han tenido muchos aciertos y errores, pues, como todos los podemos tener posiblemente los hayan tenido, pero no los hemos notado y si los ha habido seguramente que de ellos han sacado la parte positiva para poder seguir "pa'lante"

Ayer presenciamos un espectáculo muy íntimo, que nos trasladó por un momento a ese primer Dominum del 4 de Abril de 2003, nos trasladó a los recuerdos de esos 10 años del Dominum, los 75 años de Dolorosa y Camino del Calvario, a esas penitentes de traje y mantilla negra que con pies descalzos arrastraban cadenas en nuestras procesiones y hoy casi desaparecidas, a los 25 años de la Exaltación de la Cruz, sonaron violines, órgano, cornetas, tambores, bombos y timbales, hubo truenos, relámpagos y efectos especiales luminosos, y aunque echamos en falta el olor a incienso, este 10º Dominum Nostrum siguió emocionándonos, siguió consiguiendo que nuestros "sentidos se abrieran" a esa llegada de la Semana Santa que está a la vuelta de la esquina, y sobre todo, como decíamos hace un par de días nos dejó con ese "mono" de más de esta droga que para todos nosotros es el Dominum, que mantendremos en nuestro recuerdo hasta el próximo año y que estamos seguros de que el próximo año volverá con más fuerza, si cabe, a ponernos la "piel de gallina" y a ponernos los "pelos de punta" porque nos seguirá emocionando y estamos deseando que así siga siendo por mucho tiempo.