sábado, 16 de marzo de 2013

Cronica de una noche de viernes.-





















Si el pasado viernes tuvimos ocasión de presenciar el Dominum Nostrum, este viernes hemos vuelto a oler a incienso y a iluminarnos con luz de vela en la oscuridad de las naves de San Cayetano y hemos podido tener unos momentos de oración y reflexión en este penúltimo viernes de Cuaresma.

El momento nos lo aportó la Cofradía de las Siete Palabras y su/nuestro Vía Crucis del Cristo de la Tercera Palabra, y digo nuestro porque aunque es un Vía Crucis organizado por una Cofradía y para una Cofradía, en el mismo nos sentimos como si fuera nuestro, primero porque ya el pasado año tuvimos ocasión de leer una de las Estaciones y segundo porque la consideración que la Cofradía y en su nombre su Hermano Mayor tiene con nosotros al invitarnos a este acto, le hace que cada año lo sintamos más nuestro.

Luego, y ya entrada la noche, vino otro momento de emoción, y en este caso no fue otra cosa que ver como un gran paso, el paso de la Santa Cena, avanzaba por la margen izquierda del Ebro para cruzar el Puente de Piedra y adentrarse en las estrechas calles de Estébanes, Osau, Mendez Nuñez, Molino, Espoz y Mina y luego tras atravesar nuevamente la calle Don Jaime tomar el camino que lo dirigiría a la Iglesia de Ntra Sra. del Perpetuo Socorro.  Camino que poco a poco acompañado del sonido del racheo de las alpargatas de sus costaleros se iría consumiendo hasta llegar a su destino.

Ya queda menos, la Semana Santa ya está a la vuelta de la esquina...hoy podremos ver y animar a nuestros pequeños en la Exaltación Infantil y mañana los mayores tanto en la Exaltación como en el Concurso darán todo su esfuerzo para que su cuadrilla y por ende su Cofradía quede lo mejor posible.

Sin duda, gane quien gane, todos habrán dejado el pabellón de sus Cofradías y con ellas el de nuestra Semana Santa en lo más alto del pedestal.

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